Ricardo Bussi acompañó al escritor junto con Claudio Viña।
LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
Dijo que "La cabaña" era un centro de exterminio, donde el Che Guevara fusilaba a sus enemigos y que por eso se ganó el mote de "El carnicero". Definió al ex guerrillero como "un vagabundo que peregrinaba sin rumbo por Latinoamérica". Resaltó que "era un alma torturada" y que "tenía un odio preexistente". También aseguró que Rosario tiene exponentes más importantes y serios que "este personaje". Nicolás Márquez, autor de la biografía crítica de Ernesto Guevara, presentó ayer, su libro "El canall", acompañado por los referentes republicanos Ricardo Bussi (legislador) y Claudio Viña (concejal).
"El Che hablaba de las armas como si estuviera narrando un orgasmo y de las caricias de las balas como si fuese una brisa otoñal", detalló Márquez. Aseguró que Guevara asesinó a 14 personas en la Sierra Maestra, 23 en Santa Clara y unas 175 en "La cabaña".
El escritor remarcó que hubo guerrilleros más importantes que Guevara, pero que no adquirieron la misma fama., como Mario Santucho, del ERP. "Estoy en las antípodas de Santucho, pero hay que reconocer que armó una estructura. El Che, en cambio, fue un estratega del fracaso", afirmó.
Márquez dijo que el Che se convirtió en una figura mítica, "primero, porque murió joven. Algo propio de los mitos del siglo XX. Segundo, porque dicen que era buenmozo. Y tercero, porque era de izquierda".
"Todos dicen que murió por un ideal: también lo tenían los terroristas del ataque a las Torres Gemelas। Lo que importa es qué hizo en su vida y cuánta gente mató cuando tuvo poder", aseguró. "El Che vive, porque está muerto", finalizó.
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