martes, 22 de enero de 2008
HOMBRE ENAMORADO, HOMBRE APENDEJADO
Se trata nada menos que del Presidente de Francia Nicolas Sarkozy
Frivolidad. Vendedor de ilusiones, héroe nacional, un hombre obsesionado por el poder y las luces de la fama... De todo esto lo acusan a Nicolas Sarkozy sus detractores, que son cada vez más. El presidente de Francia ha descendido su popularidad seis puntos en un mes y 10 puntos en los últimos 60 días, a menos de un año de haber asumido el cargo. A él no parece importarle el hecho de que su imagen cubre más tapas de revistas de chismes que de las de serias publicaciones políticas. El explosivo romance con la ex modelo y cantante italiano-francesa Carla Bruni fue la comidilla para los medios desde que los “descubrieron” paseando por Eurodisney. Ahora se habla de que el presidente y la modelo se casaron en secreto. Tan secreto que ni la madre de ella estaba enterada.
De todos modos, Sarkozy no es un improvisado en esto de los escándalos de polleras. El sucesor de Jacques Chirac, es conocido por sus posturas de “tolerancia cero” contra la inmigración ilegal y los jóvenes delincuentes de los barrios marginales de París. Dos meses antes de que estallara el “affaire Bruni”, el presidente había protagonizado un comentado divorcio de su segunda esposa, Cecile. La historia es de película: cuando Sarkozy era concejal, había celebrado la boda de Cecile -en primeras nupcias-. Ese día la conoció, y tiempo después unieron sus vidas.
La caída de la popularidad de Sarkozy no puede deberse a una sola causa. El influyente diario “Le Monde” busca explicaciones en la caída del poder adquisitivo de la clase trabajadora francesa. La segunda causa de la pérdida de popularidad, según “Le Monde”, es que los adultos mayores le retiraron su apoyo. En este caso, más que la economía a Sarkozy lo condenaron los escándalos de las últimas semanas.
Pese a este distanciamiento de una parte de sus votantes y de las encuestas adversas, Sarkozy no se detiene. Viaja, pronuncia discursos y sigue asegurando que va a sacudir la hipocresía de los franceses, en obvia alusión a la costumbre de mantener dos familias, como lo hicieron sus antecesores, Francois Mitterrand y Chirac. ¿Hasta dónde llegará?
Carla Bruni Tan enigmática como irresistible
¿Primera dama o novia presidencial? Los franceses no saben con certeza cómo dirigirse a Carla Bruni, la mujer de la que habla el país desde que se blanqueó su relación con Nicolás Sarkozy. “Estamos muy enamorados”, repite ella. Las fotos de la pareja dan la vuelta al mundo y Bruni -39 años, morocha, escultural- siempre luce la mejor de sus sonrisas. Es curiosa la historia de la cantante y modelo que flechó al mandatario: proviene de una familia aristocrática pero siempre se definió de izquierda. Hasta que conoció a Sarkozy.
Los bolsillos franceses sufren
Los trabajadores franceses padecen una fuerte baja del poder adquisitivo de sus salarios, un fenómeno global que los argentinos conocemos de memoria. Una de las causas de la caída de la popularidad de Sarkozy se debe a la incapacidad que ha demostrado hasta ahora para revertir este problema. Las medidas que implementó el Gobierno -apuntadas sobre todo a la política fiscal- dan resultados. Si el petróleo y las materias primas siguen aumentando, los bolsillos franceses seguirán enflaqueciendo.
Hasta mañana.Sinceramente.
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