martes, 29 de julio de 2008

España.- Obama pasa de largo


“La locura del hombre la genera la misma sociedad” (Abel Desestress)

Barack Obama preside el Comité del Senado de Estados Unidos sobre Asuntos Europeos pero jamás había hecho una visita oficial a Europa. Ha tenido que ser candidato a la presidencia de su país para que cayese en la cuenta de que debía hacerlo, de la mano de un discurso calculado y abonado al multilateralismo, con los riesgos que ello supone para ciertos sectores aislacionistas de su país, que es donde tiene que ganar las elecciones. Sus citas han sido de libro: Berlín, París y Londres. Ni Roma ni Madrid, a pesar de las simpatías que le profesa Rodríguez Zapatero. No cabe la queja por su paso de largo -en realidad, los americanos llevan toda la vida pasando de largo por España- pero sí es pertinente anotar el dato. Un dato más, quizá para regocijo de aquel Aznar que ponía los pies encima de la mesa de Bush.

Lo importante de todos modos es que Estados Unidos va camino de cumplir un siglo como primera potencia mundial y que eso marca sus relaciones con Europa, la Vieja Europa que atesora precisamente varios de los imperios anteriores, entre ellos el español, por lejano que ahora parezca, como recuerda y subraya la revista de la Fundación Euroamérica. Y esa Europa que desearía votar masivamente a Obama es hoy por hoy el gran aliado estratégico y al mismo tiempo el gran adversario económico de Estados Unidos.

Ya no están en juego Irak ni los infinitos errores de Bush y sus asesores neocon. Eso es pasado. Lo que está en juego ahora es una de las peores crisis económicas y financieras de la historia y muchos intereses a los que Obama, si gana, tendrá que hacer frente con el mismo pragmatismo que aplicaría al caso su adversario John McCain. La ilusión que despierta Obama entre la gente es comprensible y oxigenante, tras una etapa tan desafortunada y desagradable como la de Bush, pero los intereses siempre recolocan la ilusión al servicio del dinero. De hecho, una cosa fue lo que dijo Obama en Berlín, París y Londres y otra bien distinta lo que dejó caer a su paso por Afganistán, Irak e Israel. Claro que el problema no está sólo en Europa. Sea quien sea ahora el ganador de las elecciones en Estados Unidos, Washington deberá reorientar su supremacía estratégica y militar, ya que muchas de sus prácticas unilaterales son cada vez más cuestionadas no sólo desde Europa, sino también desde otras potencias emergentes que aún aguardan la visita de Obama.

José Luis Gómez.

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